21 ago 2012

Capítulo IV: Sexo, sexo, SEXO!! (Puritan@s abstenerse)

Por si a alguien no le ha quedado claro, este post va sobre sexo. Sí, estoy utilizando el sexo como reclamo, pero no, no voy a utilizarlo a cascoporro y sin venir a cuento, cual peli española. Creo que es necesario este capítulo para que entendaís por dónde iban los tiros en mi relación con BorjaMari.
 
Me sentía tan mal después de lo bien que se portaba conmigo y los regalazos que me hacía porque él se estaba pillando por mí, mientras que yo a él sólo le veía como ese amigo que te gustaría que te gustase y que a tu madre le gustaría que te gustase, incluso a tu perro le gustaría que te gustase pero que no hay manera, que empecé a acercarme a él. Le llamaba más a menudo, le abrazaba e incluso cayó algún beso tonto en días de borrachera, más debido a la amistad que a la pasión (o al alcoholazo que llevaba en vena...). En fin, imagino que todas habeís tenido algún amigo similar. El caso es que un día de repente mi sentimiento de pena por él subió un peldaño más y llegó al escalón de la pena-atracción, que es ese punto en el que lo que hasta hacía unas horas te daba repelús ahora te parecía que no estaba tan mal. ¿Y qué hice? Sí, habeís vuelto a acertar, con unas cuantas copas de más acabé acostándome con él. Y, contra todo pronóstico (modo ironic off) fue un completo desastre. Los días siguientes intenté convencerme a mí misma de que no estuvo tan mal, que casi besaba bien, que hasta disfruté un poco... Pero no. Fue el peor polvo de mi vida. Sin duda.
Una foto del momento, tomada en exclusiva para vosotras. Para las que dudaban que estuviese buena!


Pero empezaré desde el principio. Estábamos en su piso, tomando algo y abrazados cuando él empieza a besarme. BorjaMari se empieza a calentar y me empieza a sobar con gran torpeza el pecho y el culo. Os juro que estaba a punto de decirle que por mucho que los apretase no iba a salir nada de ahí. Luego bajó la mano hasta mi... ¿peluchito? ¿pastelito? ¿magdalena? Bueno, ya me entendeís. Puso cara de sorprendido al notar que yo aún no estaba chorreando. ¿¡En serio!? ¿Pero de dónde has sacado que un par de besos insípidos y apretar tanto el pecho que ya dudes de si intentas acariciarlos u ordeñarlos sea excitante? Por suerte, hay algo que toca medio bien y yo me empiezo a calentar un poco también. Vamos directamente a la cama mientras empezamos a desnudarnos, él se pone un poco bruto y me hace daño en el pecho, a lo que yo respondo con un gritito. Un hombre normal, en esta situación tan normal habría murmurado un "lo siento" y habría continuado con la faena. Pero BorjaMari no, él se para en seco y me empieza a pedir mil perdones, como si acabase de atropellar a mi gato o drogar a mi perro. ¡No es para tanto!, el daño ya está hecho y más te vale continuar porque estoy a un paso de volverme a vestir y salir corriendo! Además, ni que eso fuese lo peor que hubiese hecho... pienso, pero en lugar de eso suelto entre dientes un "no pasa nada" y le atraigo hacia mí para que me bese y se calle un rato.

Sin embargo cuando lo hace empiezo a arrepentirme de la decisión y a recordar lo desagradable que era su lengua, así que empiezo a besarle el cuello. Y sigo bajando... Mucho mejor hasta que me encuentro con un verrugón en el costado. Puajj, lo que me faltaba... Continúo por el otro lado, siempre intentando parecer sexy y tratando de ocultar con el pelo la cara de asco que no podía evitar poner. Parece que surte efecto pues él tiene cara de estar disfrutando, una cara que a mí me da cierto repelús... Genial, ahora tampoco puedo mirarle a la cara. Así sigo bajando hasta que llego a su miembro. Se la saco de los calzoncillos y pienso que no está mal, tamaño medio, aceptable. Con una erección de caballo y muy poca preocupación por recortar un poquito el vello púbico, eso sí. Le doy pequeños besos ya que no estoy tan cachonda como para hacer mucho más y tampoco me parece que esté en estado de necesitarlo y me pongo encima de él. Estoy como dos minutos y.... ya. Y ya está, el polvo más corto de toda mi vida. Increíble. Mi interior se debate entre hacer de niña buena y decirle que no pasa nada o montarle el pollo del siglo. Al final me decido por lo segundo, no puedo evitarlo. Él me pone carita de cordero degollado y entonces empiezo a sentirme como una bruja y le pido perdón. Me voy al baño, me acicalo, estoy un rato con él y le digo que me vuelvo para casa. Él se ofrece a acercarme en coche, pero la verdad que me apetecía librarme de él lo antes posible. En realidad no voy a casa, sino que quedo en una cafetería con mi mejor amiga, Bea, y... [continuará]



Si alguna vez te has sentido identificada... ¡Se merece que te suscribas!

5 comentarios:

  1. Bien! Sabía que era tu mejor amiga. ;)

    Me ha encantado el post, yo tuve un polvo parecido y tuve aún menos miramientos que tú...Es que somos malas!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, mejor amiga mía!! Me contarás que le dijiste al tuyo, verdad??

      Eliminar
  2. Sigue sigue y sigue, no digo con el Borja Mari digo con el blog, m encanta tu vida y mas encanta cuando hablas de alguna chica que se dedica a la moda en fotos fots y egofotos!!
    Es q yo quería hacerme un blog titulado "La criticona" sola pa hablar de las faldas desiguales y los nuevos nombres d las prendas: clutch, satchel, blazer, sleepers... No cambies y sigue I miss you!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias!! ;)

      Sé que se te va a caer un mito (o sea, yo) pero las faldas desiguales me gustan y de hecho tengo dos. Soy un poco adicta a las compras.

      Eliminar
  3. Genial!!! Hace poco tuve una experiencia y sigo intentando convencerme de lo contrario.....

    ResponderEliminar

¿Sabías que puedes seguir siendo totalmente anónimo si escribes tu comentario como Nombre/URL? Sólo deja en blanco el espacio de la URL ;)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...